Una tarde como otras, todos corriendo a ocupar su sitio en la barra, con ropa informal, comienzan a ensayar después de escuchar lo que les marca la maestra. Los miembros del ballet, igual que siempre, dando lo mejor al compás de la música.
Verlos ensayar me encantó. Luego en el escenario del gran auditorio, con sus trajes espléndidos, la escenografía, casi de cuento de hadas, la iluminación resaltando cada escena, me maravilló!
Aquí, solo parte del ensayo.